si la organización no hace cambios, de
Estamos condicionados desde temprana edad para creer que la manera de enseñar, capacitar y motivar a la gente para cambiar lo que hacen, es decirles o convencerles. De nuestras experiencias en la escuela, estamos condicionados a creer que las habilidades, conocimientos, y las expectativas son impuestas a la gente por los profesores y, posteriormente, en el trabajo, por los directores y jefes.
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“Sólo porque el jefe lo dice, no lo hace cierto”. La gente, hoy en día, tiene una perspectiva diferente….La necesidad de ser escuchados.
La imposición de nuevas habilidades y el cambio en la gente no funciona porque:
1.- Se supone que los objetivos personales de la gente, así como sus deseos y necesidades están totalmente alineados con los de la organización, o que no hay necesidad de que se produzca tal alineamiento; y
2.- Se supone que la gente quiere, y puede asimilar en sus vidas, habida cuenta de todas sus otras prioridades, el tipo de desarrollo o cambio que la organización estime conveniente para ellos.
En contraposición, si queremos mitigar la resistencia al cambio, será mejor que como gerentes, jefes y dueños de negocios pensemos primero en explorar maneras de alinear los objetivos del negocio con las necesidades de la vida en general de nuestros empleados. La mayoría de los trabajadores carecen de ilusión en cuanto al hecho de que su objetivo principal sea el hacer lo que dice su director, quien puede que al final sea el único que se beneficie de las más ventajosas recompensas y créditos.
Entonces, reevaluar y realinear los objetivos organizacionales, las creencias, la integridad - todo ello - con los de nuestra gente dará mejores resultados. Es así como nuestros empleados podrán comenzar a interesarse en desarrollar nuevas habilidades para ponerlas al servicio de la organización y, por consiguiente cooperar en la implementación de esos cambios.
Consultar al personal no quiere decir que les esté entregando la organización
o que ello pueda debilitar su imagen de líder, al contrario, les da una oportunidad para comprender las implicaciones y viabilidad de lo que se piensa que hay que hacer y además ayuda a ver las cosas desde ambos lados lo que generalmente arroja muy buenas ideas para hacer las cosas mejor de lo que podría haber soñado uno mismo. Nos ayuda a observar ambas perspectivas y al mismo tiempo involucra al personal laboral en el proceso y los posteriores resultados del cambio.
Así, sea cual sea su forma de ver el cambio organizacional, se engaña a sí mismo si piensa que puede implantar el cambio simplemente con decirlo o tratar de convencer en cuanto a su ejecución.
En su lugar, comience por mirar hacia los objetivos de su organización, sus valores y propósitos. ¿Qué hace su organización realmente o trata de hacer? ¿A quién beneficia su organización? ¿Quiénes son los ganadores y quiénes son los perdedores? ¿Su organización tiene la integridad real? ¿Se enorgullece de las consecuencias e implicaciones de lo que su organización hace? ¿Quiere ser recordado por el bien que ha hecho - en el sentido más amplio posible de hacer el bien - mientras estaba a cargo y en su puesto de responsabilidad? ¿Y qué piensa su gente acerca de la forma en que está desempeñando la gestión del cambio?
Pregúnteles!!!


